1 de mayo 2023
1 de mayo 2023

El 1 de mayo reivindicamos un futuro digno para la juventud trabajadora

La problemática de los trabajadores jóvenes  pobres es especialmente preocupante según datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2021, el 19,6% de los jóvenes de entre 16 y 29 años que trabajaban se encontraban en situación de pobreza laboral.

La pobreza laboral se refiere a aquella situación en la que una persona tiene un trabajo, pero su salario es insuficiente para cubrir sus necesidades básicas y las de su familia. Y cuando hablamos de necesidades básicas son, alimentación saludable tener una vivienda, acceso a la educación, servicios y gozar de una participación social plena.  Esto se debe en gran parte a la precariedad laboral que caracteriza el mercado de trabajo español, con un alto porcentaje de contratos a tiempo parcial que ofrecen salarios bajos y una falta de estabilidad laboral.

La pobreza juvenil no solo afecta a la economía de los jóvenes y sus familias, sino que también tiene consecuencias a largo plazo en su desarrollo personal y profesional. Los jóvenes que crecen en situación de pobreza tienen más dificultades para acceder a una formación adecuada y encontrar empleos de calidad, lo que puede limitar sus oportunidades laborales en el futuro y perpetuar el ciclo de pobreza.

Esta situación de vulnerabilidad se debe en gran medida al desempleo y a la precariedad laboral que afecta a este colectivo, que se enfrenta a una alta tasa de desempleo y a una elevada rotación laboral. La mayoría de los trabajos disponibles para los jóvenes son temporales, a tiempo parcial y con baja remuneración, lo que les dificulta conseguir un salario suficiente para vivir de forma autónoma e independiente.

Además, muchos jóvenes trabajadores no tienen acceso a una vivienda digna debido a los elevados precios del mercado inmobiliario y, en la mayoría de  casos, se ven obligados a compartir vivienda o son incapaces de dejar el hogar familiar. Según un informe de Ayuda en Acción, el 64 % de los jóvenes menores de 30 años vive con sus padres o familiares.

Esta situación de precariedad laboral y social afecta negativamente al futuro de los jóvenes, ya que les impide planificar su vida a largo plazo, ahorrar y formarse adecuadamente para incrementar  sus habilidades y mejorar sus posibilidades laborales.

Para abordar esta problemática, es necesario adoptar medidas específicas dirigidas a los jóvenes, como el fomento del empleo juvenil mediante políticas activas de empleo, el aumento de la oferta formativa en sectores con alta demanda de empleo, y el fortalecimiento de los programas de inclusión social para garantizar que los jóvenes más vulnerables tengan acceso a los recursos y servicios necesarios y un salario de calidad con el que pueda hacer frente a una vida digna .

Asimismo, es importante la colaboración entre los distintos agentes implicados, incluyendo las administraciones públicas, empresas y organizaciones sociales, para diseñar e implementar políticas y programas que aborden de manera integral la pobreza juvenil y promuevan un futuro más próspero y equitativo para todos los jóvenes en España.

Acción incluida en el Programa Implicat financiado por:

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