Con motivo del Día Internacional de la Mujer, queremos poner el foco en la salud laboral de miles de mujeres que trabajan en sectores altamente feminizados, como la limpieza doméstica, la limpieza en hoteles y el sector de los cuidados. Son trabajos esenciales, pero muchas veces invisibilizados y precarizados, donde los riesgos laborales específicos apenas se tienen en cuenta. Según datos de la OIT, alrededor del 80% de las personas empleadas en el sector de los cuidados son mujeres, lo que refleja la segregación de género en el mercado laboral y la falta de reconocimiento de estos empleos.
Esfuerzo físico y sus consecuencias en la salud
Las trabajadoras de la limpieza y los cuidados realizan esfuerzos físicos constantes: cargar peso, adoptar posturas forzadas y realizar movimientos repetitivos. Estas condiciones favorecen la aparición de lesiones crónicas, especialmente en la espalda, muñecas y rodillas. Sin embargo, la falta de medidas ergonómicas adecuadas y de formación en prevención sigue siendo una asignatura pendiente.
Exposición a sustancias químicas y riesgos para la salud
Los productos de limpieza y desinfección pueden contener sustancias tóxicas que afectan al sistema respiratorio y la piel. La exposición prolongada a estos químicos, sin la protección adecuada, puede provocar afecciones como asma, dermatitis o alergias. Es imprescindible garantizar equipos de protección, formación en su uso y alternativas menos dañinas para la salud. Como señala la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA), la exposición prolongada a sustancias químicas en el entorno laboral sigue siendo una de las principales causas de enfermedades profesionales en Europa.
Riesgos psicosociales: precariedad y estrés laboral
Muchas de estas trabajadoras enfrentan condiciones laborales precarias: contratos temporales, jornadas parciales involuntarias y bajos salarios. La incertidumbre laboral y la sobrecarga de trabajo generan altos niveles de estrés, ansiedad y agotamiento. En el sector de los cuidados, además, se suma una carga emocional intensa, ya que implica la atención constante a personas en situaciones de vulnerabilidad. Un informe de la OIT destaca que el 63% de las trabajadoras del hogar a nivel mundial no cuentan con acceso a seguridad social, lo que agrava aún más su vulnerabilidad.
Desigualdad y falta de reconocimiento
A pesar de la importancia de estos empleos, suelen estar mal remunerados y socialmente infravalorados. La falta de inspecciones laborales, el escaso acceso a la formación en prevención de riesgos y la escasez de medidas de conciliación afectan directamente a la salud de las trabajadoras.
Por una salud laboral con perspectiva de género
Desde Nova Feina reivindicamos la necesidad de integrar la perspectiva de género en la prevención de riesgos laborales. Es fundamental que se reconozcan las condiciones específicas que enfrentan las mujeres en estos sectores y que se implementen políticas que garanticen su seguridad y bienestar.
Para ello, exigimos:
- La mejora de las condiciones laborales en los sectores feminizados mediante la regulación de los tiempos de trabajo, la reducción de la temporalidad y el acceso a contratos dignos.
- La inclusión de medidas específicas en la prevención de riesgos laborales, adaptadas a las necesidades y realidades de las mujeres en estos sectores.
- Mayor inversión en formación para la prevención de riesgos, con énfasis en ergonomía, manejo de sustancias químicas y salud mental.
- Inspecciones laborales más estrictas para garantizar el cumplimiento de normativas de seguridad y evitar la precarización de estos trabajos.
- Reconocimiento y revalorización social de estos sectores, garantizando salarios justos y acceso a derechos laborales fundamentales.
Este 8M, alzamos la voz por unas condiciones laborales dignas, seguras y justas para todas. Porque el trabajo de las mujeres sostiene nuestra sociedad, y su salud no puede seguir siendo invisible.
Los programas de promoción, acompañamiento e impulso a la mujer están financiados por:
FUNDACIÓN SANTA ELENA